Tal como escribiera Teodoro Petkoff, la proporción
de votantes en el total de los resultados de las elecciones regionales es
aproximadamente la misma que se observó en las elecciones presidenciales: 56%
del oficialismo vs. 44% de la oposición. Además se ha determinado que la
abstención afectó de igual manera a los dos bandos, es decir, aproximadamente la
misma cantidad de electores menos que el 7 de octubre para cada lado, en términos
relativos: En el caso del oficialismo fue de 41% y en el de la oposición de
42%.
Las causas del aumento en la abstención opositora
deben encontrarse en cuatro razones principales:
1ª) Siempre hay mayor abstención en
elecciones regionales. La proporción de abstención no fue inédita.
2ª) Prevalecen el desencanto, la falta de
entusiasmo debido a la derrota reciente.
3ª) Existe el pesimismo crónico basado en la
creencia de que el líder bolivariano es invencible electoralmente,
particularmente debido a sus métodos fraudulentos.
4ª) La total desconfianza en el árbitro
electoral absolutamente corrupto y parcial.
5ª) Hay gran decepción en una porción inmensa
de la oposición con su liderazgo pues consideran que éste –cuando menos-
cometió errores graves o –peor aún- quizás colaboró con el fraude electoral el
7 de octubre que le imputan al gobierno.
En Democracia el derecho y deber del voto
puede y debe interpretarse como que el ciudadano tiene la potestad de votar en
blanco (nulo) y aun de no participar si considera que ninguna de las opciones
que se le presentan llena sus expectativas. Pero en Venezuela no hay Democracia
y existe una situación especial que reclama una actitud distinta del elector
pues su mera existencia y la de su descendencia están amenazadas. De manera que
la participación de todos los electores opositores como un bloque monolítico
–cuando menos votando- es indispensable. La abstención no es una opción en las
presentes circunstancias de vida o muerte.
Hay evidencia aritmética de que con la misma
participación de votantes que tuvo la oposición el 7 de octubre se hubiera
ganado la mayor parte de las gobernaciones. Obsérvese la siguiente relación:
Anzoátegui:
Ganó Aristóbulo Istúriz con 279.672 votos,
Capriles el 7-Oct obtuvo 378.345 votos
Aragua:
Capriles el 7-Oct obtuvo 378.345 votos
Aragua:
Ganó Tarek El Aissami con 328.520 votos,
Capriles el 7-O obtuvo 384.592 votos
Barinas:
Capriles el 7-O obtuvo 384.592 votos
Barinas:
Ganó Adán Chávez con 127.669 votos,
Capriles el 7-O obtuvo 165.135 votos
Carabobo:
Capriles el 7-O obtuvo 165.135 votos
Carabobo:
Ganó Ameliach con 393.758 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 537.077 votos
Falcon:
Capriles El 7-O obtuvo 537.077 votos
Falcon:
Ganó Stella Lugo con 141.024 votos,
Capriles el 7-O obtuvo 195.619 votos
Guárico:
Capriles el 7-O obtuvo 195.619 votos
Guárico:
Ganó Rodriguez Chacín con 132.105 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 135.451
Mérida:
Capriles El 7-O obtuvo 135.451
Mérida:
Ganó Alexis Ramirez con 137.599 votos,
Capriles el 7-O obtuvo 239.653
Monagas:
Capriles el 7-O obtuvo 239.653
Monagas:
Ganó Yelitze Santaella con 155.310 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 191.178
Nueva Esparta:
Capriles El 7-O obtuvo 191.178
Nueva Esparta:
Ganó Mata Figueroa con 110.502 votos,
Capriles el 7-O obtuvo 125.792
Capriles el 7-O obtuvo 125.792
Portuguesa:
Ganó Wilmar Castro con 116.647 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 131.100
Sucre:
Capriles El 7-O obtuvo 131.100
Sucre:
Ganó Luis Acuña con 134.484 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 182.898
Táchira:
Capriles El 7-O obtuvo 182.898
Táchira:
Ganó Vielma Mora con 236.369 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 356.713 votos
Vargas:
Capriles El 7-O obtuvo 356.713 votos
Vargas:
Gano García Carneiro con 74.609 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 78.382
Yaracuy:
Capriles El 7-O obtuvo 78.382
Yaracuy:
Ganó Julio León con 121.512 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 127.442
Zulia:
Capriles El 7-O obtuvo 127.442
Zulia:
Ganó Arias Cardenas con 749.492 votos,
Capriles El 7-O obtuvo 842.032
(Miranda: Capriles sacó 200mil votos menos que el 7-Oct).
Capriles El 7-O obtuvo 842.032
(Miranda: Capriles sacó 200mil votos menos que el 7-Oct).
Pero lejos de reprocharle a la masa
abstencionista, es necesario convencerla de que su participación es necesaria y
tiene importancia y significado. Carece de sentido atacarla para persuadirla de
votar, máxime cuando sus reclamos hacia el liderazgo tienen fundamento en las
graves fallas en que este ha incurrido, que sí las ha habido.
De manera que el elector tiene la obligación
de participar pero el liderazgo tiene la de hacer lo posible para lograr las
condiciones mínimas de pulcritud para que en los procesos electorales que se
avecinan (uno es el presidencial pues hay indicios claros de que el recién
reelecto gobernante no estará en capacidad de ejercer debido a su lamentable estado de
salud) el elector sienta que su voto cuenta, hace la diferencia y que será defendido por
líderes decididos.
Leonardo Silva Beauregard
Twitter: @LeoSilvaBe